Entradas

Abismo y salvavidas.

Tengo clara una cosa, y puedo decirlo: los estados de ánimo, ni la vida son un jodido palíndromo. No es equitativa nunca ni de un lado, ni de otro. Un día puedes estar tocando el cielo con las manos y al otro estar en un dichoso y tedioso abismo. Lo malo es cuando, sin darte cuenta, pasas más noches de asilo de la cuenta en el infierno y casi que te quedas a vivir ahí y no eres consciente. Estar hospedada constantemente en el abismo de mis emociones no es nada recomendable: todo se nubla, no encuentras la esperanza por ningún lado y lo que más te ciega es, obviamente, la oscuridad. Parece que el simple hecho de estar viva es una tortura a pagar día tras día, noche tras noche. La culpa pesa tanto física como psicológicamente, el dolor se incrementa, quema, destruye.  Empiezan a flaquearte las piernas, te flaquea el último atisbo de felicidad que residía en ti, y, como un último empujón: te caes. Pierdes toda fuerza de forma cuasi definitiva, o al menos es lo que se te pasa por la cabeza

Hope.

Sentía que mi telón se bajaba para no volver a subirse más, que ya la mala suerte conmigo estaba echada, que ya nada merecía la pena. Y con miles de heridas en mi piel, algunas doliendo más que otras, seguí adelante aunque ya no quisiera caminar con esa rapidez con la que un día lo hice. Pero conforme iba pasando el tiempo fui recuperando mis ganas de todo, aprendiendo que si la vida y las situaciones te obligaban a cerrar puertas para poder continuar y crecer, que era lo más conveniente. Y caminé . Esas heridas se convirtieron en cicatrices, en marcas de guerra que me recuerdan por dónde pasé y por dónde jamás, por suerte, volvería a pasar. Sabía que aquel porvenir que me esperaba no era por pura casualidad, bueno, ni sabía si ya estaba ahí. Y un día, sin esperarlo: llegaste tú. Apareciste cuando menos me lo esperaba, como un huracán interno revolucionaste todas mis emociones, mi pasión, mis sentimientos: solamente tú, ese bendito culpable de que volviera a creer en que se puede v

Carta a la maldita Inseguridad

Imagen
Cuando todo parece ir a mejor, cuando crees que todo es perfecto, cuando gastas más en sonrisas que en lágrimas, cuando crees que te quieres y por fin te aceptas...  Llega ella para recordarte porqué no puedes ser feliz del todo. Personificada o no, parece como si de un manotazo te robara todo aquello que llevabas construido, como si lo que ya creías logrado desapareciera con un "jamás podrás estar a gusto con todo" por bandera. La inseguridad nos conquista, y una vez llega a nuestras vidas es una jodida inquilina que no nos dejará de habitar a lo largo de nuestra vida, con su maldita intermitencia.  Te reitera que nunca serás lo suficiente para nada ni nadie, que siempre habrán otras personas que te reemplazarían fácilmente al mínimo despiste, que no mereces nada de esta vida que sea bueno, que lo único a lo que deberías aspirar es a ser una infeliz disconforme con la realidad que le toca afrontar a diario. Pero... ¿y si le reiteráramos nosotros que

Resurgir, perdonarnos y volver en sí.

Imagen
Nos preocupamos demasiado por agradar, por hacer reír a los que nos importan, por dar consejos que sabemos perfectamente nosotrxs mismxs que deberíamos aplicárnoslos primero en nuestras vidas. Pasamos constantemente nuestra vida desvalorizando en su mayoría lo que hacemos, lo que tenemos, a quienes tenemos a nuestro lado, pidiendo perdón a personas que no merecen nunca más ni un minuto de nuestro tiempo ni pensamiento , ni siquiera que vayamos detrás suplicando perdón para hacer que su ego crezca y, con ello, nuestro sentimiento de culpa . Estos meses -y años, porque dejé de lado el blog- me han servido para reflexionar cuánto tiempo malgastamos en quejarnos por nuestra vida , porque algo que queremos no nos salga bien porque cometamos errores o por causas ajenas a nosotrxs, porque alguien nos niegue su perdón y nuestro arrepentimiento, porque nos hayan dejado de lado , etc. No obstante, ¿has pensado en las veces en la que deberías pedirte perdón a ti mismx por fallarte, po

Distintas formas de mirar a la vida. - Keep strong!

Y ahora... Sí, sé que puedes estar pensando ahora mismo, que la vida no vale nada sin tener a esa personita tan especial a tu lado, que quieres encerrarte y morir de pena en tu habitación y no ver la luz hasta que él o ella vuelva a aparecer, que tu vida es él o ella y por eso te has quedado paralizado... Estás solo, con los ojos húmedos con ganas de volver a comenzar un nuevo llanto que sólo y únicamente oirá tu corazón, ya que esa persona te dejó de lado porque te dio por idiota, o, incluso, le ofreciste lo tan poco que tenías y aún aceptándolo, te dio la espalda dándote a entender que ya no hay nada, que eres inferior, que la vida sin ti es lo mejor que le pudo pasar, que está mejor solo o sola sin ti, que la vida le sonríe en todo su esplendor; mientras que tú, aún esperanzador y con una sublime fuerza, intentas verlo con otros ojos, mientras que por dentro, se estanca el ciclo de la sangre por tus venas, tu corazón se para al ver que no está a tu lado, pero claro, quieres ver

Carta a los Reyes Magos 2015

Queridos Reyes Magos: No sé qué me tendréis reservado para esta noche de Reyes tan ansiada por tantos, pero solamente quería pediros que, por favor, traigas trabajo para aquellos padres que están necesitados y desesperados por sacar adelante su familia, que den una solución a todos los parados en éste país que utópicamente un señor con barba hipócrita y demagogo afirma que se levanta y mejora, que por favor ayudes a los parados que se encierran como, por ejemplo los ex-Delphi que no han tenido la dicha de encontrar trabajo: algunos son padres de familia o madres de familia que tienen bocas que alimentar en casa, o que simplemente no tienen otra forma de sustento económico disponible. Les pido por aquellos enfermos de Hepatitis C, para que les den cura pronto para TODOS, sin exclusión/recortes; ellos merecen salir adelante, también por los peques y no tan peques que pasan estas fiestas ingresados en el hospital por el cáncer, o cualquier otra enfermedad que los tenga internados sin

Amigos. Clases de amigos ♥

Imagen
Todos nacemos con nuestra forma de amar, nadie nos enseña qué debemos y no debemos elegir, simplemente, es la vida misma la que nos muestra enseñanzas que nosotros decidimos tomar o dejar pasar. Nos alimentamos de la experiencia para avanzar día a día, para aprender a caminar con una mirada más lúcida para no volver a hacernos daño.  ¿Ganamos? Claro que ganamos con la experiencia, aunque parezca que las enseñanzas no sirven para nada, al contrario, sirven, pero sólo si nosotros las sabemos aplicar.  ¿Sabéis? En esta vida nos vamos a topar con muchísimas personas, yo por ejemplo no niego que he conocido gente buena y no tan buena, pues no me gusta distinguir radicalmente entre bueno y malo. Por ahora, a una semana de cumplir dos décadas en esta vida, he podido empezar a sacar conclusiones y a clasificar tipos de personas que me he ido encontrando en la vida.  1. El buenazo: Este tipo de persona es el que siempre va a estar contigo y que cuando necesites su mano para levanta